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Fibromialgia

Fibromialgia y Nutrición: ¿se relacionan?

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia (FM) es una condición que causa dolor crónico en músculos y huesos (dolor musculo-esquelético crónico y difuso) además se asocia con fatiga, trastornos de sueño, alteraciones cognitivas, trastornos digestivos, rigidez del cuerpo, entumecimiento u hormigueo en piernas, sequedad de mucosas, cefalea y otros síntomas. El dolor musculoesquelético suele presentarse en puntos particulares del cuerpo.

La fibromialgia pertenece a un grupo de condiciones llamadas “síndromes de sensibilización central”, la FM puede considerarse un trastorno de regulación del dolor.

Esta condición afecta a un aproximado del 2% al 8% de la población y es más común en mujeres entre los 20 y 55 años.

El diagnóstico se basa en criterios médicos específicos; suele tratarlo un reumatólogo y un equipo multidisciplinario (incluyendo a nutriólogos).

Síntomas principales:

  • Dolor muscular y esquelético generalizado.
  • Alteración del sueño.
  • Fatiga.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Problemas de memoria.
  • Dolor de cabeza frecuente.

Puntos de dolor de la fibromialgia:

La fibromialgia se caracteriza por puntos de dolor específicos en diversas áreas del cuerpo, conocidos como puntos gatillo. Estos puntos suelen ser sensibles al tacto y se localizan en músculos y tejidos blandos, desencadenando dolor al presionarlos. Estos puntos, alrededor de 18 en total, son clave para el diagnóstico y tratamiento de la fibromialgia.”

¿Por qué ocurre?

Aunque las causas no están completamente entendidas, se cree que involucra una desregulación en cómo el cuerpo controla y percibe el dolor. Una disfunción por parte del sistema nervioso central que provoca una amplificación del dolor y los otros síntomas (como trastornos de memoria, fatiga y depresión). En particular, parece estar comprometida la actividad serotoninérgica-noradrenérgica.

Además, se han propuesto diversas hipótesis sobre el origen de la fibromialgia (FM). Una de ellas sugiere una relación con la inflamación de las fibras periféricas pequeñas, aunque a pesar del dolor en tejidos blandos, ligamentos y tendones, no se encuentra inflamación en estos tejidos.

Otra hipótesis interesante pone al estrés oxidativo y a las citoquinas inflamatorias como componentes involucrados en el desarrollo y mantenimiento de la condición. Sobre el estrés oxidativo, los músculos y neuronas son sensibles al daño debido a los radicales libres por su alto consumo de oxígeno y contenido relativamente bajo de antioxidantes. Pero, aún no está claro si es la causa o consecuencia de la enfermedad.

La fibromialgia puede aparecer en conjunto de condiciones autoinmunes (como lupus o artritis) o después de infecciones, accidentes, malestares o situaciones muy estresantes.

¿Qué se puede hacer?

Hasta la fecha, no existe un tratamiento único y efectivo para los síntomas, y el enfoque terapéutico más apropiado es multidisciplinario, incluyendo intervenciones farmacológicas y no farmacológicas. Entre estas últimas, la nutrición es un enfoque terapéutico complementario importante para el tratamiento. Varios estudios indican los beneficios de la consejería nutricional adecuada y/o ciertos suplementos para disminuir los síntomas.

¿Asistir con un nutriólogo podría ayudar?, ¿qué dice la ciencia?

Un grupo de investigadores se encargó de analizar y estudiar cerca de 12 estudios científicos que relacionaban a distintos componentes de la alimentación con los síntomas de la fibromialgia.

Esto fue lo que encontraron;

Un estudio clínico aleatorizado evaluó los efectos de la coenzima Q10 durante 6 meses en mujeres con fibromialgia, mostrando efectos beneficiosos en la reducción del dolor, fatiga, insomnio y dificultades mentales.

Otro estudio comparó los efectos de una dieta sin gluten, más una dieta hipocalórica en pacientes con fibromialgia y sensibilidad al gluten. Encontraron que ambas mejoraban los síntomas gastrointestinales en estos pacientes.

En otro, se investigaron los posibles beneficios de suplementos basados en ingredientes naturales o botánicos. En este estudio clínico, los investigadores evaluaron los efectos de la suplementación con G. Lucidum en el rendimiento físico de pacientes con FM, demostrando mejoras en la resistencia aeróbica, la velocidad al caminar y la flexibilidad corporal.

Otro estudio analizó los efectos de la suplementación con vitamina D en pacientes con FM y deficiencia de vitamina D, mostrando un aumento significativo en los niveles de vitamina D y una mejora en la escala de dolor.

En un último estudio, se evaluaron los efectos del seguir un patrón de alimentación occidentalizado sobre los síntomas de la fibromialgia. Los pacientes con fibromialgia mostraron un consumo mayor de harinas refinadas, azúcares, bebidas alcohólicas y refrescos en comparación con las personas sin este diagnóstico (controles sanos). Además, se observó que los pacientes con FM tenían un índice de masa corporal (IMC) más alto y una mayor fluctuación de peso. Sugiriendo que el consumo menor de azúcares, bebidas alcohólicas y refrescos, además de mantener un IMC “normal”, podría ayudar a la prevención y control de la fibromialgia.

¿Eso quiere decir que si tengo fibromialgia debo suplementarme?

Tu salud merece lo mejor, y cuando se trata de nutrición, es fundamental contar con la guía experta de un nutriólogo. No es aconsejable el tomar suplementos o el seguir dietas improvisadas sin la recomendación de un nutriólogo o profesional de la salud capacitado, ya que esto puede poner en riesgo tu bienestar. Un nutriólogo puede evaluar tu estado actual, entender tus necesidades únicas y diseñar un plan alimenticio adecuado para ti. Evita riesgos innecesarios y toma el camino seguro hacia una alimentación equilibrada y saludable.

¡Invierte en tu salud, consulta a un nutriólogo y toma decisiones informadas para un futuro más saludable!

Si tienes fibromialgia, además de tus chequeos médicos, te recomendamos acudir con un nutriólogo.

Fuentes:

Laura Tomaino, Lluís Serra-Majem, Stefania Martini, Maria Rosaria Ingenito, Paola Rossi, Carlo La Vecchia, FabriziaBamonti & Luisella Vigna (2021) Fibromyalgia and Nutrition: An Updated Review, Journal of the American College of Nutrition, 40:7, 665-678, DOI: 10.1080/07315724.2020.1813059

Rocío Bou
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