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Día Internacional de la Mujer: hacia una sociedad más justa

El 8 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la lucha histórica de las mujeres por la igualdad y equidad de género y los derechos humanos. Es un día para recordar a las mujeres que han luchado y luchan por un mundo más justo-

El Día Internacional de la Mujer no es un día para celebrar, sino para conmemorar.

Es una oportunidad para recordar las dificultades y desafíos que las mujeres han enfrentado a lo largo de la historia y que aún enfrentan en la actualidad.

En este día, me gustaría enfocarme en algunos puntos importantes para crear conciencia y reflexionar:

  • La importancia de reconocer y valorar la diversidad de cuerpos, evitando caer en el juicio y la crítica hacia las mujeres desde una mirada patriarcal y machista.
  • La necesidad de promover la igualdad de género en la distribución de las labores domésticas y las responsabilidades nutricionales, compartiendo equitativamente estas tareas entre todos los miembros de la familia.
  • La importancia de conmemorar la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de género y los derechos humanos, y de seguir trabajando juntos para eliminar la discriminación y la desigualdad en todas sus formas.

Distribución equitativa de labores domésticas:

La distribución equitativa de las labores domésticas implica que tanto hombres como mujeres compartan de manera justa las tareas del hogar. Esto significa que ambos deben participar activamente en la limpieza, la organización, el mantenimiento y el cuidado de la casa. Para lograrlo, es importante fomentar la comunicación y la negociación entre los miembros de la familia para establecer acuerdos sobre quién realizará cada tarea y en qué momento.

En este sentido, es importante desterrar la idea de que ciertas labores son exclusivas de un género específico y reconocer que todos los miembros de la familia pueden contribuir de manera igualitaria al funcionamiento del hogar.

person holding sliced vegetable

Responsabilidades compartidas:

La responsabilidad de la alimentación y la nutrición de la familia también debe ser compartida de manera equitativa entre hombres y mujeres. Esto implica que ambos deben participar en la planificación de las comidas, la compra de alimentos, la preparación de las comidas y la promoción de hábitos alimenticios saludables en el hogar.

Para lograrlo, es importante involucrar a todos los miembros de la familia en la toma de decisiones relacionadas con la alimentación y la nutrición. Esto puede incluir la elaboración de un menú semanal en conjunto, la asignación de tareas específicas durante la preparación de las comidas y la promoción de la diversidad y la calidad de los alimentos consumidos en el hogar.

No caer en la crítica hacía los cuerpos ajenos

Desde una mirada patriarcal y machista, se establecen normas y expectativas sobre cómo deben lucir y comportarse las mujeres. Estas normas suelen ser poco realistas y están basadas en ideales de belleza irreales y estereotipados.

Por un lado, se espera que las mujeres se ajusten a ciertos estándares de belleza física, lo que puede generar una gran presión sobre sus cuerpos y su autoimagen. Esta presión puede llevar a la insatisfacción corporal, la baja autoestima y, en casos extremos, a trastornos alimentarios y otros problemas de salud mental.

Por otro lado, la crítica y el juicio hacia los cuerpos de las mujeres también se utilizan como una forma de control y dominación. Al hacer que las mujeres se sientan inseguras o avergonzadas por su apariencia, se perpetúa la idea de que su valía como personas está determinada por su aspecto físico, en lugar de por sus logros, habilidades o personalidad.

  1. Es importante cuestionar los estándares de belleza y las expectativas de género que se han internalizado, y trabajar para desaprenderlos.
  2. Valorar y respetar la diversidad de cuerpos, reconociendo que cada persona es única y hermosa a su manera.
  3. Evitar hacer comentarios negativos sobre el aspecto físico de otras personas y no compartir ni difundir mensajes que promuevan estándares de belleza irreales.
  4. Ayudar a las mujeres a sentirse cómodas y seguras con sus cuerpos, promoviendo la aceptación de uno mismo y la valoración basada en sus habilidades, logros y cualidades personales.
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Rocío Bou
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