Materiales Necesarios:

Contenedores: Macetas, jardineras o contenedores para quienes tienen espacios pequeños. Para quienes cuentan con jardín, considerar la preparación de camas elevadas.

Tierra: Tierra para macetas o tierra de jardín. Composta o materia orgánica.

Herramientas básicas: Pala, rastrillo, y regadera.

Semillas.

Sistema de riego: Manguera o sistema de riego por goteo para mantener el suelo húmedo o regadera.

Soportes y jaulas para plantas: Varillas o jaulas para proporcionar soporte a plantas altas como tomates.

PLANTAS PARA LA CDMX

Para iniciar un huerto, es importante seleccionar materiales adecuados y plantas que se adapten al clima y condiciones específicas de la región.

Albahaca: Ideal para climas cálidos, requiere mucho sol.
Cilantro: Se adapta bien al clima templado de la CDMX.
Tomates Cherry: Variedades resistentes y productivas.
Lechugas: Variedades de hojas sueltas o lechugas de cabeza que se desarrollan en climas frescos.
Rábanos: Crecen rápidamente y son perfectos para principiantes.
Chiles (jalapeños, serranos): Se adaptan bien al clima cálido.
Hierbabuena: Resiste bien y se propaga fácilmente.
Pepinos: Variedades compactas son ideales para contenedores.

Asegúrate de consultar la disponibilidad de semillas locales y de elegir variedades adecuadas para la temporada.

Además, ten en cuenta las condiciones específicas de luz y espacio en tu hogar. 🌿🏙️✨

Los pasos para hacer tu huerto

Paso 1: Antes de empezar, planifica tu huerto. Considera el espacio disponible, la luz solar y los tipos de plantas que te gustaría cultivar.
Paso 2: Escoge el espacio adecuado: Busca un lugar con al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. Puedes usar un pequeño espacio en tu jardín, un balcón o incluso ventanas soleadas para cultivar en macetas.
Paso 3: Selecciona contenedores o camas de siembra: si no tienes un jardín, opta por contenedores o jardineras. Asegúrate de que tengan buen drenaje. Para un huerto en el suelo, prepara camas elevadas o directamente en el suelo.
Paso 4: Prepara el suelo: añade tierra de calidad a tus contenedores o camas de siembra. Puedes mezclar tierra para macetas con compost para enriquecerla.
Paso 5: Escoge las plantas correctas: elige plantas que se adapten a tu clima y temporada. Hierbas como albahaca, tomillo y romero son ideales para principiantes. También puedes considerar verduras como lechugas, tomates cherry, y rábanos.
Paso 6: Siembra las semillas: sigue las instrucciones del paquete para sembrar las semillas o planta las plántulas. Asegúrate de dejar suficiente espacio entre las plantas.
Paso 7: Riego regular: Mantén el suelo húmedo pero no empapado. Riega regularmente según las necesidades de las plantas. Un riego por goteo puede ser útil.
Paso 9: Control de Plagas: Vigila tus plantas regularmente en busca de signos de plagas o enfermedades. Trata cualquier problema de inmediato usando métodos naturales o productos orgánicos.

BENEFICIOS DE HACER UN HUERTO EN CASA

Hacer un huerto en casa ofrece una variedad de ventajas, desde beneficios para la salud hasta impactos positivos en el medio ambiente. Aquí algunas de las ventajas de cultivar tu propio huerto en casa:

Alimentos Frescos y Nutritivos: Tener un huerto en casa te brinda acceso a alimentos frescos y de alta calidad, ricos en nutrientes. Puedes cosechar tus frutas, verduras y hierbas justo cuando estén en su punto máximo de madurez.
Control sobre los métodos de cultivo: Tienes el control total sobre los métodos de cultivo, lo que te permite evitar el uso de pesticidas y químicos nocivos.
Ahorro económico: Cultivar tus propios alimentos puede ayudarte a ahorrar dinero a largo plazo. Reduces la necesidad de comprar ciertos productos en la tienda, especialmente aquellos que puedes cultivar fácilmente en casa.
Conexión con la naturaleza: Estar involucrado en el cultivo de tus propios alimentos te conecta directamente con la naturaleza. Puedes experimentar el ciclo de vida de las plantas, observar su crecimiento y apreciar el proceso de producción de alimentos.
Sostenibilidad y reducción de la huella de carbono: Al cultivar alimentos localmente, contribuyes a la reducción de la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos. Además, puedes implementar prácticas sostenibles, como el compostaje.

Cultivar un huerto en casa no solo proporciona beneficios tangibles en términos de alimentos frescos, sino que también puede contribuir a un estilo de vida más saludable y sostenible.